El clima caliente abundó en la ida de las semifinales de la Coppa Italia entre Juventus e Inter de Milán, el martes, lo que explotó en el final, a partir del gol agónico de Romelu Lukaku, para decretar el 1-1, en Turín.
Luego de convertir un penal, en tiempo de descuento, el delantero belga fue protagonista de un momento tenso en el recinto bianconero. Esto porque, tras anotar, celebró ante los aficionados de la Vecchia Signora y se llevó un dedo a su boca, en un gesto de “callar”.
La acción del atacante en el festejo se dio como respuesta a insultos racistas de parte de los hinchas, aunque esto no fue motivo suficiente para convencer al árbitro, que le mostró una segunda tarjeta amarilla y lo expulsó. Terminado el partido, el colombiano Juan Guillermo Cuadrado y Samir Handanovic, también vieron la roja en el cuadro cebra y el Nerazzurro, respectivamente, por una pelea.
Después de lo acontecido, la agencia que representa al ex Chelsea, Roc Nation Sports International, lanzó un fuerte comunicado, en el que mencionó la situación que sufrió el futbolista y exigió disculpas de parte de la Juve, así como una respuesta de la organización de la Serie A por estos hechos.
El presidente de la compañía, Michael Yormark, fue quien tomó la palabra y escribió en la publicación: “Los comentarios racistas hechos hacia Romelu Lukaku por parte de los fanáticos de Juventus, en Turín, fueron más que despreciables y no pueden aceptarse”.
Y continuó: “Romelu anotó un penal en el partido. Antes, durante y después del penal fue objeto de insultos racistas hostiles y repugnantes. Él celebró de la misma manera que ha celebrado goles anteriormente. La respuesta del árbitro fue mostrarle tarjeta amarilla a Romelu”.
Con un claro mensaje hacia el elenco turinés, el directivo manifestó: “Romelu merece una disculpa de Juventus y espero que la liga condene el comportamiento de este grupo de aficionados de la Juventus de inmediato”.
Para finalizar, indicó: “Las autoridades italianas deben aprovechar esta oportunidad para abordar el racismo, en lugar de castigar a la víctima del abuso. Estoy seguro de que el mundo del fútbol comparte el mismo sentimiento”.
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