La Cumbre climática de Glasgow #COP26 da sus últimos coletazos demostrando, una vez más, que el formato de promesas y acuerdos incumplidos es un gigantesco fracaso frente al trascendental desafío del calentamiento global.
La crisis climática supondrá pérdidas económicas tan gigantescas que los retrasos, excusas y reticencias actuales pronto saldrán tan caros que quizá consigan que los políticos muevan ficha de una vez. Un claro ejemplo de lo que nos costará mitigar algunos de los efectos del calentamiento global se ha publicado ayer mismo en Frontiers in Climate y tiene como protagonista una pequeña isla de Virgina, Estados Unidos.
La célebre bahía de Chesapeake en Estados Unidos abarca más de 8000 kilómetros cuadrados en dos estados, Virginia y Maryland, componiendo un magnífico estuario donde desaguan casi doscientos ríos. Entre sus miles de entrantes y salientes naturales, se encuentra una pequeña isla llamada Tangier, famosa porque sus habitantes aún conservan y usan un dialecto antiguo del inglés que se remonta al siglo XVI.
Sin embargo, la isla y con ella el pueblo donde viven 436 habitantes, se está hundiendo ante la imparable subida del nivel del mar en la zona. El estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Virginia ha confirmado que, desde 1967, la isla de Tangier ha perdido el 62% de su área habitable por encima del nivel del mar y, lo que es peor, las predicciones apuntan a que desaparecerá completamente bajo las aguas en los próximos 15 a 30 años.
Sus habitantes lo perderán todo. Sus hogares, sus empleos, su manera de vivir. “Nuestro análisis muestra que el aumento del nivel del mar ha tenido un impacto severo en esta pequeña ciudad de Virginia. Muy pronto, los miembros de esta comunidad pesquera de Tangier se convertirá en refugiados del cambio climático y se verán obligados a trasladarse”, explica en Frontiers, David Schulte, autor principal del estudio.
Pero el estudio aún va más allá. Los investigadores también calcularon el coste de las dos opciones más inmediatas, cuánto costaría reubicar Tangier y cuánto costaría protegerlo de la subida del mar. Para realizar estas estimaciones, los autores del estudio tomaron como referencia otros esfuerzos similares que el gobierno federal de Estados Unidos ha realizado en el pasado reubicando otras comunidades amenazadas. Las conclusiones económicas del estudio señalan que proteger este pequeño pueblo costaría aproximadamente entre 250 y 350 millones de dólares. Estas cifras incluirían acciones como la construcción de un espigón de piedra a lo largo de las costas más vulnerables de la isla o la elevación de algunos puntos de la isla de hasta tres metros con arena dragada. Por otro lado, el traslado y reubicación de sus ciudadanos resultaría algo más barato… pero no demasiado. El estudio apunta a que esta opción se situaría entre los 100 y 200 millones de euros.
Ambas opciones representan un esfuerzo económico muy importante si tenemos en cuenta que se trata de solo un pequeño lugar con apenas 436 habitantes. La comprometida situación de Tangier es solo un ejemplo, un diminuto botón de muestra que podemos trasladar a otras zonas costeras mucho más pobladas de la costa estadounidense. La factura de proteger, restaurar o de reubicar ciudades enteras, con millones de habitantes, resultará simplemente desorbitada.