A su edad, el sueco luce un fÃsico rejuvenecido que se nota dentro y fuera del campo de juego.
Zlatan Ibrahimovic tiene una fijación con su aspecto fÃsico, algo que no es desconocido por los fanáticos del fútbol. Dicen que su obsesión con la alimentación empezó en Francia, cuando jugaba en el PSG, todo gracias al chef Joel Robuchon, ya fallecido. De hecho, presionó al Manchester para que contratase a su propio nutricionista para que le hiciera las dietas más estrictas.
El sueco basa su dieta en frutas y verduras frescas. Solo come carnes blancas y a las brasas. Además, no faltan las proteÃnas a base de tortillas, un recuerdo de su estancia en ParÃs. Su comida favorita es la pizza, pero solo la consume de manera esporádica. Además de consumir alimentos sustitutos del azúcar, el futbolista mantiene un balance estable en el consumo de calorÃas.
Según detalla The Guardian, Zlatan suma todos los alimentos que consume en una báscula y controla cada gramo exacto. Por su trabajo, no puede prescindir de los carbohidratos, pero con moderación: su nutricionista cuida mucho de que el futbolista siempre pese entre 92 y 94 kilos. También come ocho almendras al dÃa debido a su riqueza en magnesio y “grasas buenas”.
A Ibrahimovic no le gusta el trabajo de fuerza y odia hacer pesas en el gimnasio. Pero completa sus entrenamientos con el Taekwondo, disciplina de la que es cinturón negro. Este deporte lo entrena con el sudamericano Nilson Damacena.
Cree que este arte marcial, mejora la elasticidad de sus músculos, algo muy importante en el fútbol teniendo en cuenta que ya es todo un veterano. También trabaja su tren superior, de la cintura para arriba, con brutales sesiones de abdominales, recoge El Confidencial.
“Hay que trabajar duro, fuerte, debes saber sufrir: si no sabes hacerlo, no vas a sacar todo tu potencial. A mà me gusta sufrir, por eso trabajo duro y espero mucho de mis compañeros: a veces quizás demasiado, pero yo lo veo asÔ, ha declarado el jugador.
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