Las autoridades chinas han sancionado a 26 personas por su supuesta responsabilidad en el rebrote de COVID-19 que vive la ciudad central de Xian, cuyos 13 millones de habitantes se encuentran bajo estricto confinamiento desde el jueves, informaron este viernes medios estatales.
Una inspección disciplinaria municipal determinó que estas personas no cumplieron con su deber al desatender los protocolos de seguridad y fallar en la “rigurosa implementación” de las medidas de contención, indica la agencia oficial Xinhua.
Los medios estatales no han detallado qué tipo de castigo o sanción recibirán los supuestos responsables del rebrote en la capital de la provincia central de Shaanxi.
Entre el 9 de diciembre y el pasado jueves, la ciudad conocida por albergar el famoso ejército de guerreros de terracota había reportado 255 contagios por transmisión local.
En este momento y por un plazo indefinido los complejos residenciales se encuentran en “circuito cerrado”, y se han clausurado las escuelas y cancelado todo tipo de eventos, además de imperar el teletrabajo excepto en el caso del personal sanitario.
Las autoridades municipales han comenzado a hacer test masivos a la población, a la que solo se le permite que una persona por familia salga cada dos días a comprar alimentos y otros productos básicos.
También se exige a los habitantes que no abandonen Xian si no es estrictamente necesario, y quienes quieran dejar la ciudad deben obtener primero certificados aprobados por las autoridades locales, además de presentar un test negativo de ácido nucleico.
El aeropuerto internacional de Xianyang canceló la pasada jornada todas las operaciones nacionales, lo que afectó a 765 vuelos, según el diario Global Times, que también informa de la suspensión de conexiones de ferrocarril.
Xian es la tercera ciudad china de más de diez millones de habitantes sometida a confinamiento estricto desde que comenzó la pandemia a inicios de 2020, cuando se confinó a Wuhan -considerada “punto cero” de la pandemia-.
Esta medida también se impuso este año en Shijiazhuang (provincia de Hebei, norte).
La ciudad también ha notificado en los últimos días varios casos de fiebre hemorrágica, una enfermedad infecciosa que puede resultar letal y cuyos síntomas iniciales, como fiebre y tos, son similares a los del COVID-19.
China no ha confirmado hasta ahora ningún contagio por transmisión local de la variante Ómicron, pero sí ha informado de casos “importados” de viajeros llegados del exterior mientras realizaban cuarentena.
Hasta la fecha, el país asiático ha desarrollado una estrategia de tolerancia cero frente al coronavirus, lo que supone estrictos controles de entrada al país con cuarentenas de hasta tres semanas y numerosas analíticas de diversos tipos, además de campañas de test masivos y de confinamientos selectivos en los lugares donde se detecta un rebrote.
Según el parte emitido este viernes por las autoridades sanitarias chinas, hay actualmente 1.851 casos activos en todo el país, nueve de ellos en estado grave.
Desde el inicio de la pandemia, las cifras oficiales indican que en China se han infectado 100.793 personas y fallecido 4.636.
(Con información de EFE)