En el video de apenas 23 segundos de duración y difundido por el canal de televisión RCN, se ve al reportero Javier Ortega (32 años), al fotógrafo Paúl Rivas (45) y al conductor Efraín Segarra (60), abrazados y con cadenas y candados al cuello.
En su breve mensaje, los periodistas del diario El Comercio solicitan al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, alcanzar un acuerdo con sus captores para lograr su liberación.
“Señor presidente, en sus manos están nuestras vidas”, dice Ortega en la grabación. “Ellos (los secuestradores), lo único que quieren es el intercambio de sus tres detenidos en Ecuador a cambio de nuestras tres vidas (…) y también la anulación de ese convenio que tienen Ecuador y Colombia para acabar con el terrorismo”, agrega.
Los reporteros fueron tomados como rehenes hace nueve días, cuando realizaban una investigación sobre el aumento de la violencia, alimentada por las drogas, a lo largo de la frontera norte de Ecuador.
Las autoridades culpan del secuestro a una facción conservadora de la desarmada guerrilla de las FARC, Este grupo disidente, presuntamente liderado por Walter Artízala, alias “Guacho”, se niega a entregar las armas en el marco del acuerdo de paz firmado con el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.
La semana pasada, el gobierno ecuatoriano, a través del ministro de Interior, César Navas, dio a conocer que estaba en negociaciones para obtener la liberación del equipo de prensa, afirmando que los tres rehenes “estaban bien”.
En el video difundido este martes, uno de los secuestrados sugiere que están fuera de Ecuador. Desde Colombia, no obstante, el director de la policía antisecuestro, el general Fernando Murillo, señalo que “no existe ningún elemento por ahora que indique” que los periodistas están en territorio colombiano.
El secuestro del equipo de El Comercio se produjo tras una serie de inusuales ataques a la fuerza pública ecuatoriana en la zona limítrofe, que desde enero ha dejado tres militares muertos y 43 heridos, entre uniformados y civiles.
Los grupos disidentes, que según la inteligencia militar cuentan con más de mil combatientes, están implicados en narcotráfico y minería ilegal.