Sami Khedira tuvo una brillante carrera en Real Madrid y Juventus, sumado a que supo levantar la Copa del Mundo con la camiseta de la Selección de Alemania en el Mundial de Brasil 2014. Tras su retiro en mayo del año pasado en Hertha Berlín a los 34 años, el teutón decidió sincerarse en una entrevista con ESPN. Durante el repaso de su fructífera carrera, el mediocampista dejó un interesante análisis sobre cómo fue su convivencia con Cristiano Ronaldo, uno de los mejores jugadores de la historia.
“Conocí a dos Cristianos, el primero en el Real Madrid, un poco más joven y quizás un poco más inseguro y egoísta. No en el mal sentido, pero tenía que encontrar su personalidad. Marcó muchos, muchos goles y estuvo fantástico, pero no tuvo tanta influencia en el equipo. Luego mi segunda experiencia con Cristiano, en la Juventus, llega al equipo y tiene ese mismo egoísmo, que es egoísmo de marcar, pero era más líder, más líder natural. Siempre nos empujó y sabía que necesitaba el apoyo de sus compañeros para ganar trofeos. No me malinterpreten, siempre fue parte del equipo en el Madrid, pero en la Juventus era un poco más maduro. Siempre centrado en el campo, pero un poco más relajado después de tener hijos. Es tan competitivo… En los entrenamientos todos querían ganarle a Cristiano o si estabas en su equipo querías ayudar a Cristiano a ganar”, analizó el surgido de la cantera del Stuttgart.
Tras ver cómo la gloria se le escapaba en Sudáfrica 2010 (cayó en semifinales ante España), Khedira recibió una de las noticias más importantes de su carrera, ya que estaba avanzado su desembarco en la Casa Blanca. “Tuve una llamada con Mourinho y me dijo: ‘Sí, eres un jugador increíble y un tipo increíble, quiero que te unas a mí en el Real Madrid’. Mi agente luego voló a Madrid. Tuvimos las charlas, pero solo fueron uno o dos minutos. José dijo: ‘¿Cuáles son tus expectativas?’ Dije que quería ganar. Y él dijo: ‘Eso es genial, te veo en Los Ángeles en dos semanas’… ¡y eso fue todo!”.
“Ir a Madrid fue una de las mejores experiencias de mi vida. Conocer a José y trabajar con él fue genial. Abrió la puerta al más alto nivel del fútbol. Aún recuerdo mi primer entrenamiento, fue en UCLA , me dijo que nuestros partidos serán de 90 minutos, entonces nuestro entrenamiento será de 90 minutos y todo con balón. Pensé que era genial, ya que sería fácil en comparación con Alemania, donde siempre corremos. Pero después de la primera sesión, estaba muerto. Fue constante: 10 contra 10, 6 contra 6, sin descanso si la pelota sale. Estaba tan cansado, pero feliz porque siempre teníamos la pelota. Tenías que correr y tenías que pensar. Después de esa sesión, regresamos al autobús, y él estaba solo dos filas por delante, y me envió un mensaje de texto: ‘Eres un jugador increíble, mira mi alineación para mañana. Vas a empezar mañana’. Miré a mi alrededor después de recibir el mensaje de texto y lo vi mirándome y sonriendo. Fue increíble y me dio mucha confianza. Me necesitaba para realizar el trabajo para los otros genios en el campo. Se me pone la piel de gallina pensando en eso”, añadió.
El volante, ganador de cuatro títulos con el Merengue y 10 con la Vecchia Signora, hizo foco en los choques ante Barcelona durante su estadía en España: “Disfruté mucho la rivalidad con el Barcelona. Siempre fue muy especial. El mundo entero esperaba este partido. Quizá fue demasiado a nivel personal, pero empujó a ambos equipos. Fueron algunos de los mejores partidos en los que he jugado”. Y luego, añadió: “Incluso como madridista, puedo decir que el equipo de Barcelona de 2010 fue uno de los mejores equipos de la historia. Xavi, Iniesta y Busquets nunca perdieron el balón. No puedes conseguir el balón, pero tienes que encontrar soluciones, teníamos que anticiparnos. Si consigues el balón, no estarán organizados, así que inmediatamente atacamos. Tuvimos 10 ó 12 Clásicos y sólo perdimos dos. Así que esa fue nuestra táctica”.
Para cerrar analizó la tercera temporada de José Mourinho al frente del Real Madrid: “Los egos vencieron al espíritu del vestuario y el vestuario se perdió. Tal vez era normal después de dos años intensos. Hablamos de ganar Clásicos, la Copa del Rey, La Liga, con récord de goles y puntos. Los jugadores se cansaron de eso. En la tercera temporada fuimos eliminados contra el Dortmund y quedamos segundos o terceros en La Liga. La gente estaba cansada del liderazgo”.