Cinco cohetes Katiusha impactaron este domingo en las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, capital de Irak, en uno de los frecuentes ataques contra esta instalación que se repiten sin dejar víctimas desde la escalada de tensión entre Washington y Teherán a principios de enero, como consecuencia de la represalia del régimen de Irán por el operativo de las fuerzas norteamericanas en el que fue abatido el alto comandante de la Guardia Revolucionaria, Qassem Soleimani.
Una fuente del Ministerio de Interior iraquí manifestó a la agencia EFE que cinco proyectiles cayeron cerca de la legación diplomática, ubicada en la fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran todas las Embajadas y las sedes gubernamentales.
Por su parte, la Célula de Información de Seguridad del Gobierno iraquí confirmó que cinco Katiusha cayeron en la Zona Verde sin provocar pérdidas, pero no detalló si impactaron cerca de la Embajada estadounidense.
El ataque se produjo dos días después de que miles de personas se concentraran en Bagdad en respuesta a un llamado del clérigo populista Moqtada Sadr a exigir la expulsión de las tropas estadounidenses de Irak.
Numerosos proyectiles han impactado en el perímetro de la Zona Verde o en sus alrededores en las pasadas semanas, pero estos ataques con cohetes no han provocado víctimas mortales excepto algunos heridos y daños materiales en edificios y vehículos.
El día 20 de enero, tres cohetes Katiusha impactaron cerca de la Embajada de Estados Unidos y por primera vez el Gobierno iraquí ordenó que se investigara el incidente, aunque por el momento las autoridades no han apuntado a los autores del lanzamiento.
Washington responsabiliza de los ataques contra sus intereses en suelo iraquí a las milicias iraquíes respaldadas por el régimen de Irán, en concreto a Kata’ib Hezbollah, a la que acusa de haber perpetrado el ataque que costó la vida a un contratista estadounidense el pasado 27 de diciembre en el norte de Irak.
Los ataques se han multiplicado desde que EEUU abatió a Soleimani en un bombardeo selectivo en Bagdad la madrugada del 3 de enero, a lo que Irán contestó con el lanzamiento de misiles contra bases militares iraquíes con presencia de tropas estadounidenses.