Un error mental tiró por la borda gran parte del desgaste físico que Adam Toupalik había empeñado para encaminarse al oro en el Mundial de Bicicross que se celebró en Bélgica.
El ciclista dominaba la final de la categoría Sub-23, pero realizó un mal conteo de las vueltas que había completado y, una antes, comenzó a festejar con los brazos en alto y golpeándose el pecho.
Todo fue confusión, hasta que vio como sus escoltas lo superaban, entonces cayó en lo que estaba pasando: aún le faltaba una. Así, quiso recuperar terreno, pero sólo pudo conservar el segundo puesto.
El checo, de solo 19 años, no pudo más que sincerarse tras la competición: “Sí, soy un idiota”, dijo tras obtener el segundo puesto. El deportista explicó que no había contabilizado bien el número de vueltas.
“Nunca pensé que me pudiera pasar algo así, pero desafortunadamente ocurrió. Es terrible, porque sé que podría haber ganado. Soy un idiota”, concluyó tras el error.