Especialistas, como la neumóloga Vanessa Acosta de la Caja Costarricense de Seguro Social, recordaron a la población que el vapear también puede traer efectos perjudiciales en quienes utilizan estos dispositivos.
Estando estrechamente relacionados con una enfermedad llamada EVALI, que produce lesiones pulmonares.
Para la Dra. Marny Ramos, coordinadora de la Comisión para la Implementación de las Clínicas de Cesación de Tabaco de la CCSS, tanto los cigarrillos convencionales como los dispositivos electrónicos o vapeadores plantean riesgos para la salud, no existe evidencia científica de que estos últimos.
Así como los productos de tabaco calentado, sean menos nocivos que los cigarrillos convencionales, por lo que el enfoque más seguro es no consumir ni utilizar ninguno de los dos.
Recordó a la población que para quienes deseen dejar de fumar, el país les ofrece opciones seguras y supervisión profesional especializada para lograrlo.
Ambas médicas mostraron además su preocupación sobre la forma en que se promocionan los dispositivos electrónicos.
Con sus diseños novedosos, tecnológicos, con aromas y sabores agradables, características que se vuelven atractivas para los adolescentes y adultos jóvenes que incluso nunca han fumado, haciendo además que se perciban como inofensivos en estos grupos de población.
Lo que podría facilitar la puerta de entrada a la adicción y promover en ellos más bien el consumo de los cigarros convencionales.
Por su parte, la Dra. Mary Munive, vicepresidenta de la República y ministra de Salud mencionó que “desde el Ministerio de Salud estamos seguros de que es posible disfrutar la vida sin fumar ni vapear, es por esta razón que hemos implementado acciones que responden a las necesidades encontradas y que favorecen la utilización de servicios de salud, en la cesación, prevención o rehabilitación.
Se sabe que el humo del tabaco ya sea expulsado a través del cigarro convencional o los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), conocidos como cigarrillos electrónicos o vaporizadores, perjudica el funcionamiento del sistema respiratorio, ocasionando la aparición de infecciones respiratorias ya sean bacterianas o virales, aumentando la incidencia a padecer enfermedades como: resfriado común, influenza, neumonía y tuberculosis.
Indicó además que la Ley General de Control de Tabaco y su reglamento promueven el involucramiento de la ciudadanía para velar por su cumplimiento.