Una planta química cerca de Houston, en el estado de Texas, inundada tras el paso de la tormenta Harvey, enfrenta riesgos catastróficos que podrían llegar a una explosión, indicó el miércoles el director de la filial estadounidense del grupo francés Arkena.
En la instalación "nos preparamos para el peor escenario", dijo Kenneth Rowe en un comunicado, difundido en el sitio web estadounidense de Arkena, aunque aseguró "tener planes de contingencia" para esta eventualidad.
Como medida de precaución, las autoridades ordenaron la evacuación de un área de 3 km alrededor de la planta de peróxidos orgánicos, ubicada en el condado de Harris.
Rowe dijo que los empleados de la planta fueron evacuados por su seguridad luego de que se perdiera la refrigeración en el sitio.
La compañía fabrica compuestos químicos de amplio uso comercial, incluyendo plásticos, materiales farmacéuticos y de construcción, que se pueden quemar si no son refrigerados en las temperaturas adecuadas.
Según Rowe, varias medidas de seguridad fallaron producto de la inundaciones desatadas por Harvey, que tocó la costa de Texas el viernes como un huracán categoría cuatro, desatando potentes lluvias a medida que se reducía a una tormenta tropical.
"Actualmente, tenemos seis pies (1,8 metros) de agua en la planta, algo sin precedentes", dijo Rowe. "Perdimos la alimentación eléctrica principal y dos fuentes de alimentación de emergencia", añadió.
"Como resultado, hemos perdido refrigeración crítica de los materiales en la planta, que podrían explotar y provocar un incendio intenso", señaló el responsable, añadiendo que "no hay manera de prevenirlo".
Rowe ofreció disculpas a "todos los impactados" y remarcó que la compañía trabaja con las autoridades para manejar la situación.