Tras casi un mes en el país los 600 africanos aceptaron trasladarse a los albergues habilitados por las autoridades.
Antes de ello fueron censados. De esta manera el paso por el puesto fronterizo de Paso Canoas se normalizó.
Ahora la Dirección de Migración inició con el proceso de extradición luego de estudiar y rechazar las solicitudes de asilo presentadas por la mayoría.
Durante su permanencia agrupaciones religiosas y vecinos se organizaron para llevarles alimentos.
Los extranjeros tenían la esperanza de correr la misma suerte de ocho mil cubanos, quienes tras permanecer tres meses en suelo costarricense se creó un puente aéreo y fueron llevados hasta los Estados Unidos.
Sin embargo, en el caso de los africanos esto no se podría ya que ellos no cuentan con ningún tipo de documento que los identifique.