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Cuando restan siete dĂas para la Navidad, los peregrinos han desaparecido de la ciudad natal de Cristo, desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamás. Sin visos de una nueva tregua en los prĂłximos dĂas, tras la pausa humanitaria de noviembre, Navidad se perfila como unos dĂas de duelo en BelĂ©n, ciudad de Cisjordania ocupada donde, segĂşn la tradiciĂłn cristiana, naciĂł Jesucristo.
La iglesia de la Natividad, inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco, atrae normalmente a cientos de miles de turistas cada año. Ahora los coches están aparcados en la plaza donde debĂan estar peregrinos y los hoteles están vacĂos.
Las autoridades religiosas renunciaron a cualquier celebraciĂłn “inĂştilmente festiva” en solidaridad con los palestinos que sufren en Gaza.
En Cisjordania tambiĂ©n se ha recrudecido la violencia, con casi 300 palestinos muertos a manos de las fuerzas israelĂes o de colonos desde el 7 de octubre, segĂşn las autoridades palestinas.
El municipio limita “las disposiciones a los estrictos rituales” cristianos, como la misa de Nochebuena.
“Hacemos el 80% de nuestros ingresos anuales en este periodo”, afirma Jack Giacaman, que trabaja en la producciĂłn de artĂculos religiosos de madera para una tienda de recuerdos.
El taller, justo detrás del comercio, está vacĂo y se pueden ver algunas figuritas sin terminar.
La culpa es de la retĂłrica aterradora de los dirigentes israelĂes, considera Fadi Kattan. Este chef franco-palestino no soporta el clichĂ© de que “todos palestinos son peligrosos”.
“Es como si hubiera una lĂnea invisible que impide a los peregrinos aventurarse fuera de los senderos marcados”, debido a lo que cuentan los turoperadores israelĂes, dice desde la terraza de una casa que pertenecĂa ya a su bisabuelo.
Pero, más que nunca, es necesario confrontar a los visitantes con la realidad diaria de los palestinos, propone el sacerdote griego ortodoxo Issa Thaljieh.
Visitar los lugares santos está bien, pero “lo más importante”, dice el religioso, es “descubrir como sobrevivir en una cárcel”, en un territorio ocupado por Israel desde la guerra de 1967.
Los bombardeos israelĂes han dejado más de 18.800 muertos en el pequeño territorio controlado por Hamás, autor de la masacre sin precedentes del 7 de octubre en suelo israelĂ, en la que murieron 1.140 personas.