En una sangrienta incursiĆ³n por terroristas de Hamas en el kibutz Beāeri, Emily Hand, de 8 aƱos, fue una de las mĆ”s deĀ 100 personas asesinadas. A pesar del trĆ”gico suceso, un sentimiento de alivio embargĆ³ a su padre, Thomas Hand, al recibir la noticia de su fallecimiento, prefiriendo este escenario al posible secuestro de la niƱa durante el ataque que tuvo lugar alrededor de las 7 a.m. el sĆ”bado en Israel.
āMe acaban de decir que encontraron a Emily y que estaba estĆ” muerta, y yo dije Ā”sĆ!, Ā”sĆ!, y sonreĆ… porque esa es la mejor noticia entre las posibilidades que habĆa. Esa era la mejor posibilidad que esperabaā, dijo el padre de la menor entre lĆ”grimas en una entrevista con CNN.
En el kibutz hubo enfrentamiento por casi 12 horas entre el ejĆ©rcito israelĆ y Hamas. Luego de la incursiĆ³n, desperado,Ā Hand esperĆ³ dos dĆas noticias de Emily, sin saber si habĆa sido secuestrada o asesinada. Emily habĆa ido a una fiesta de pijamas en la casa de un amigo que tambiĆ©n vivĆa en el Kibutz.
āSimplemente dijeron: encontramos a Emily. Ella estaba muerta o en Gaza.Ā Y si sabes algo sobre lo que le hacen a la gente en Gaza, eso es peor que la muerteā, dijo Hand, originario de Irlanda.
El corresponsal deĀ Fox News, Trey Yingst, describiĆ³ el lugar como āun infierno en la tierraā y destacĆ³ que algunas estructuras parecĆan haber sido alcanzadas por lanzagranadas y explosivos. Yingst narrĆ³ cĆ³mo encontrĆ³ habitacionesĀ ācubiertas de sangreā, en el que los residentes habĆan sido asesinados en sus camas, y detallĆ³ impactantes escenas de vĆctimas decapitadas.
En un impactante relato, el ministro de Defensa israelĆ, Yoav Gallant, hizo eco de la brutalidad del ataque perpetrado por Hamas, relatando lo que vio en primera persona tras recorrer el kibutz de Beāeri.
El ministro no escatimĆ³ en detalles al describir las atrocidades cometidas por Hamas. āCaminĆ© de casa en casa y vi los cuerpos de nuestros pioneros, los supervivientes del Holocausto quemados vivos.Ā Los niƱos fueron atados y fusilados. SĆ, repito, niƱos atados y fusilados. Las chicas eran violadas violentamente y secuestradas o asesinadas. Fueron arrastradas a Gaza al son de vĆtores mientras la sangre les chorreaba por las piernasā, expresĆ³ en una videoconferencia con sus homĆ³logos de la OTAN.
Con indignaciĆ³n, Gallant comparĆ³ a Hamas con el Estado IslĆ”mico, llamĆ”ndolos āel ISIS de Gaza,Ā una organizaciĆ³n salvaje, financiada y respaldada por IrĆ”nā. EnfatizĆ³ la determinaciĆ³n de Israel de destruir a Hamas y de perseguir a cada responsable de estas atrocidades.
En la misma lĆnea, el primer ministro israelĆ, Benjamin Netanyahu, jurĆ³ que su ejĆ©rcito garantizarĆ” las muertes de todos los lĆderes de Hamas.
Beāeri, antes un prĆ³spero asentamiento, se ha convertido en un sombrĆo sĆmbolo de la ofensiva de Hamas. El kibutz se creĆ³ el 6 de octubre de 1946. A diferencia de muchas comunidades que fueron privatizadas, Beāeri ha conservado el antiguo modelo cooperativo.
En una visita guiada al pueblo, el ejĆ©rcito israelĆ mostrĆ³ a los periodistas la devastaciĆ³n dejada por los ataques de Hamas. Calles convertidas en escombros, casas calcinadas, y relatos de residentes masacrados dieron forma a un paisaje desolador.
El general de divisiĆ³n Itai Veruv, veterano del ejĆ©rcito israelĆ, describiĆ³ la escena como una masacre y un pogromo, comparĆ”ndola con brutales ataques contra judĆos en Europa del Este en el pasado.
āHabĆa niƱos en la misma habitaciĆ³n y alguien vino y los matĆ³ a todos. Quince niƱas y adolescentes, las metieron en la misma habitaciĆ³n, lanzaron una granada de mano y se acabĆ³ā, declarĆ³ el general de divisiĆ³n Itai Veruv.
Veruv, que se habĆa retirado del ejĆ©rcito hasta que fue llamado de nuevo el sĆ”bado para dirigir las fuerzas que luchan por recuperar el control de las ciudades atacadas, dijo que los combatientes de Hamas habĆan tomado posiciones atrincherados en las ruinas, escondiĆ©ndose en pequeƱos grupos antes de sorprender a los soldados israelĆes cuando iban de casa en casa.
āCada vez que pensĆ”bamos que habĆamos limpiado la zona y todo estaba en silencio, de repente salĆan otros 12 u otros 20ā³, dijo.