Venezuela vive una ola de protestas en al menos 6 ciudades del país.
Los ciudadanos, especialmente maestros y jubilados, demandan mejores salariales al gobierno de Nicolás Maduro.
“Salarios de hambre” es como califican algunos ciudadanos a la situación actual en que viven, sumada a la preocupante inflación que vive el país sudamericano.
Al menos 200 manifestaciones se han vivido desde la semana pasada en Venezuela debido al retraso en los aumentos del salario de empleados públicos.
La respuesta que obtienen es que el atraso se debe a “una estrategia para reducir el gasto público y frenar la inflación“.
El salario mínimo por mes de un maestro en Venezuela es de 10 dólares y el de un profesor universitario está entre los 60 y 80 dólares mensuales.
“Nuestros salarios son una miseria. Gano 460 bolívares mensuales“ (cerca de 23 dólares).
“Eso desde marzo (del 2022) que fue el último aumento y eso se ha devaluado”, dijo Odalis Aguilar, una maestra de 50 años, durante una marcha.
La inflación anual en Venezuela aumenta a 305% según estimaciones de un grupo no gubernamental de economistas ante la ausencia de datos oficiales.
Estas protestas son las mayores protestas antigubernamentales en años en el país.