El telescopio espacial James Webb de la NASA tomó su primera imagen directa de un exoplaneta.
Con esta fotografía se abre una ventana para comprender otros mundos y subrayar las inmensas capacidades del más poderoso instrumento observacional fuera de la Tierra.
La imagen es de un planeta que se llama HIP 65426 b, un objeto similar a Júpiter, pero más joven y más caliente.
Se encuentra a 107 parsecs de la Tierra (385 años luz) en la constelación de Centauro y fue descubierto en 2017.
Tiene entre seis y doce veces la masa de Júpiter y, si se compara con la edad de la Tierra, 4.500 millones de años, puede decirse que es joven, entre 15 y 20 millones de años.
Es la primera imagen de un exoplaneta jamás tomada en longitudes de onda de infrarrojo profundo, detalla Infobae.
Esto permite a los astrónomos estudiar el rango completo de brillo de un planeta y de qué está compuesto.
“Nos da longitudes de onda en las que nunca antes habíamos visto planetas”, dice Beth Biller, astrónoma de la Universidad de Edimburgo.
Las imágenes
Las imágenes proporcionadas por cuatro de los instrumentos del James Webb, revelan nuevos detalles que no podían captar los telescopios en tierra.
La obtención de imágenes directas de exoplanetas es un gran desafío técnico porque la estrella anfitriona es mucho más brillante.
Este es “un momento transformador, no solo para el Webb sino para la astronomía en general”, afirmó la astrónoma Sasha Hinkley de la Universidad de Exeter (Reino Unido), que dirigió las observaciones.
El exoplaneta está unas cien veces más lejos de su estrella anfitriona que la Tierra del Sol, lo que permite que ambos cuerpos puedan ser claramente separados por el nuevo telescopio.
En cada imagen, el exoplaneta aparece como una mancha de luz con una forma un poco diferente, debido a las particularidades del sistema óptico del telescopio y cómo traduce la luz a través de los diferentes sensores ópticos, explicó la ESA en un comunicado.
Con información de Infobae.