En una localidad rural de Inglaterra, un ladrón de autos ebrio y su hijo protagonizaron una singular persecución.
Ellos robaron un vehículo 4×4 y los propietarios alertaron a la patrulla, que se puso tras la pista. El carro fue seguido desde el aire por un helicóptero policial que filmó todo el intento de escape.
Los ladrones se internaron en una plantación y retomaron luego la carretera, hasta estrellarse con un auto conducido por una mujer. Ella tenía 46 años y falleció al instante, al tiempo que las autoridades detuvieron a los dos hombres.
Dicho conductor excedía el límite de alcohol por mucho y era tal su estado que no pudo decir su nombre a las autoridades.