Un artículo del diario británico Financial Times asegura que China realizó una nueva prueba espacial con un misil hipersónico en órbita el pasado agosto. El medio, especializado en asuntos internacionales, indica que Pekín lanzó un proyectil con capacidad nuclear que dio la vuelta a la Tierra en órbita baja antes de descender hacia su objetivo, del cual cayó a más de 32 kilómetros de distancia.
En tanto, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, negó este lunes que se tratara de un misil hipersónico, y aseguró que solo se hicieron “pruebas rutinarias” para verificar tecnologías de reutilización aeroespacial.
Según las fuentes que cita el citado medio, el planeador hipersónico fue transportado por un cohete Long March, cuyos lanzamientos generalmente se anuncian, mientras que la prueba de agosto se mantuvo en secreto. El progreso de China en el sector de las armas hipersónicas “tomó por sorpresa a la inteligencia estadounidense”, dice el artículo. “La prueba demostró que China ha hecho un progreso asombroso en materia de armas hipersónicas y que está mucho más avanzada de lo que los funcionarios estadounidenses creían”, afirma la información, citando a personas informadas de la inteligencia, recoge El País.
Además de China, Estados Unidos, Rusia y al menos otros cinco países están trabajando en la tecnología hipersónica. Los misiles hipersónicos, como los balísticos tradicionales con capacidad de transportar armas nucleares, pueden volar a más de cinco veces la velocidad del sonido. En septiembre, Corea del Norte dijo que había probado un misil hipersónico recién desarrollado. En un desfile de 2019, China mostró sus avances en armamento, incluido su misil hipersónico, conocido como DF-17. Mientras, Rusia afirmó el pasado 4 de octubre que había lanzado con éxito un misil hipersónico (el Zircon) desde un submarino en el Ártico.
Los misiles balísticos vuelan alto en el espacio haciendo un arco para alcanzar su objetivo, mientras que un misil hipersónico toma una trayectoria baja en la atmósfera, golpeando a su objetivo potencialmente más rápido. Un misil hipersónico es maniobrable, lo que hace que sea más difícil de seguir y contrarrestar.
Países como Estados Unidos han desarrollado sistemas diseñados para defenderse de misiles balísticos y de crucero, pero se desconoce la capacidad de rastrear y derribar un misil hipersónico.
China ha desarrollado la tecnología de manera ofensiva, considerándola crucial para defenderse de los avances estadounidenses en este tipo de arma y otras, según un informe reciente del Servicio de Investigación del Congreso (CRS) del país norteamericano.
La prueba relatada por el FT se produce en momentos en que las tensiones entre Estados Unidos y China se han intensificado y Pekín ha acentuado las actividades militares cerca de Taiwán, alineada con Washington y que Pekín considera una provincia en espera de la reunificación.
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