11 allanamientos y 8 personas imputadas dejó la investigación por el robo de 3.293 millones de colones en el Banco Nacional.
El principal sospechoso es el tesorero, que aprovechó puntos ciegos de las cámaras y luego se iba a comprar lotería.
Desde las 8:00 am iniciaron las operaciones, en San Jerónimo de Moravia los oficiales buscaban a un tesorero que se acogió de la pensión antes de que el banco presentara la denuncia. Siete personas más fueron detenidas.
Ampliando en información de sus operaciones, un funcionario de apellido Olivas sacaba el dinero en manilas, recibía los billetes por parte del contador, este contador era vigilado por dos personas, supervisores de procesamiento de efectivo, que también los controlaba una auto evaluadora de efectivo.
Ya con plata en mano, Olivas era controlado por un supervisor de tesorería y sobre ellos el jefe de tesorería. Ninguno cumplió con los trámites de rigor y mucho menos de seguridad.
Los allanamientos se dieron también en Escazú, la sede central del banco, Guadalupe, Moravia y San Francisco.