A partir de hoy, el chavismo en Venezuela tendrá que acostumbrarse a gobernar con una Asamblea Nacional en contra. Luego de gozar por 17 años de una cómoda mayoría en el Parlamento venezolano, el oficialismo enfrenta el reto de ser minoría dentro del Poder Legislativo que inicia funciones este martes.
Los 55 diputados que integran la bancada del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) –quienes en los últimos tres lustros gritaron consigas asegurando que los antiguos partidos políticos venezolanos no volverían a controlar las instituciones públicas– deberán seguir las directrices de Henry Ramos Allup, el nuevo presidente del Parlamento, un veterano parlamentario de 72 años de edad que ocupa la secretaría general de Acción Democrática, una de las organizaciones políticas que alternó el poder en Venezuela antes de la llegada del chavismo.
La oposición, aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), controla 112 de los 167 diputados que conforman el Parlamento en Venezuela. El número le concede una supermayoría que le da amplia maniobra política.
El chavismo, poco acostumbrado a ceder el poder, no ha coordinado encuentros con dirigentes de la oposición para acordar la transición. Hasta la tarde de este lunes, el antichavismo solo se había reunido con representantes de la Guardia Nacional venezolana, encargada de la seguridad del Palacio Legislativo; y funcionarios de protocolo del Parlamento.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, confirmó a Univisión Noticias que no habían podido establecer comunicación con ningún alto funcionario del PSUV. Ni siquiera con Diosdado Cabello, presidente saliente de la Asamblea Nacional y segundo hombre dentro del chavismo.
Solo hasta última hora del lunes se logró establecer un puente de comunicación entre voceros de la oposición y funcionarios del Gobierno, según confirmó incluso el propio presidente Nicolás Maduro. El Ministro de Interior, el mayor general Gustavo González López, se comprometió con un vocero de la MUD a garantizar la seguridad en los actos de este martes.
“Ellos (oposición) convocaron a marchar, que lo hagan en paz. Que cada quien se exprese, pero que lo haga en paz”, dijo Maduro en un acto político la noche del lunes. Afirmó que se coordinaron "todas las medidas de protección" para que los simpatizantes de la oposición "puedan salir, cantar sus canciones y corear sus consignas en un perímetro suficiente para que el paso a la Asamblea Nacional no sea obstruido".
Inicialmente este martes solo se juramentarán 109 de los 112 diputados que obtuvo la oposición en las pasadas elecciones del 6 de diciembre. La elección de tres de ellos fue impugnada por el chavismo ante el Tribunal Supremo de Venezuela a finales de diciembre, que ordenó suspender su incorporación al Legislativo hasta tanto se corrobore si hubo vicios en la elección.
La oposición ha rechazado la decisión del máximo juzgado venezolano y había anunciado que desacataría el fallo para juramentar a toda su bancada. Sin embargo, el trío de diputados suspendidos no participará en el acto de instalación del nuevo Parlamento para evitar dilatar el proceso si el chavismo niega entregar el mando escudándose en un cumplimiento del fallo del TSJ.
Torrealba explica que la sesión de instalación la preside el diputado chavista Héctor Agüero, pues por reglamento interno esa responsabilidad recae en el legislador electo más longevo. “Una vez que se elija a la nueva directiva del Parlamento, nosotros podremos tener control y allí convocar a nuestros compañeros para que se integren”.
La oposición tiene urgencia en comenzar a legislar, por lo que está previsto que en la tarde de este martes –tras cumplir con el protocolo de la juramentación– se convoque a una primera sesión de trabajo parlamentario. Allí, confirmó Torrealba a Univisión Noticias, se crearán tres comisiones especiales para que los legisladores comiencen a elaborar igual número de proyectos legislativos.
Las tres propuestas de la oposición estarán enfocadas en la Ley de Amnistía, con la que aspiran a liberar a más de 60 presos de conciencia que dicen mantiene el gobierno de Maduro, entre ellos el líder opositor Leopoldo López; una normativa que establezca la propiedad sobre las viviendas sociales que el Ejecutivo ha entregado en calidad de comodato; y la revisión exhaustiva del nombramiento de una docena de magistrados del Tribunal Supremo de Venezuela que el chavismo designó de forma exprés en la Navidad pasada.
El chavismo debuta por primera vez como oposición dentro de la instancia Parlamentaria. "Ellos (la oposición) vienen a dar un golpe, porque creen que me llegó la hora, yo solamente les digo ´respeten´. No va a haber inmunidad, el que conspire va a vérselas con la ley", dijo Maduro en un tono desafiante, aunque poco antes le tocó admitir parte de las dificultades económicas que enfrenta Venezuela y aseguró que próximamente hará cambios en el Gabinete Ejecutivo.
Aunque Maduro lance críticas contra la nueva Asamblea Nacional, el próximo domingo le toca acudir a una sesión extraordinaria para rendir cuenta sobre su gestión. La Constitución venezolana establece que el Jefe de Estado debe comparecer ante el Parlamento cada 10 de enero para presentar su informe administrativo frente a los diputados.