Denominado como “popostaje”, la práctica de acumulación de materia fecal de las mascotas para convertirlas en abono se presenta como una alternativa ecológica frente a la alta contaminación a consecuencia de este tipo de desechos. Mediante un proceso sencillo el excremento de las mascotas puede ser aprovechado para generar abono orgánico apto para cualquier tipo de plantas.