Redacción NR
Según el Colegio de Nutricionistas, en época de fiestas navideñas y de fin y principio de año, las emociones como la ansiedad, la frustración o la alegrÃa, pueden jugar una mala pasada en la alimentación, pues las personas pueden presentar hambre emocional en lugar de hambre fisiológica, especialmente tras un año atÃpico como el 2020.
Por eso, los expertos piden a la población mantenerse alerta ante esta situación, pues la salud de las personas puede verse afectada, especialmente la de aquellas que presentan alguna condición de obesidad, diabetes o hipertensión
Si usted siente la necesidad de comer, aunque no sienta hambre fisiológica y después de ese ataque de hambre emocional se siente culpable, preste mucha atención porque son algunas caracterÃsticas de esta condición.
Los profesionales recomiendan consumir alimentos que produzcan saciedad como las frutas y verduras, además de comer despacio.