Un emotivo momento se vivió en el Hospital de Puntarenas. Samuel, como se llama el bebé, tuvo que luchar contra su vida.
En su nacimiento pesaba únicamente 1640 gramos y después de un mes logró llegar a los 2010 gramos.
Cuando se logró el objetivo, personal del centro médico, le hizo un tipo de “graduación” a la madre e hijo, como muestra de respeto y admiración.
“Se nos va después de un proceso muy duro, un mes y cinco días, inclusive con ventilación mecánica asistida de alta frecuencia y hoy se nos va, de valiente, succionando todo y con oxígeno”, indicó una funcionaria del hospital.
Afirman que la salud del bebé es un milagro conjunto.