El estrés puede provocar, entre otras cosas, la caída del cabello. Por eso, no es de extrañar que personas que han tenido coronavirus luego puedan experimentar este problema, conocido como efluvio telógeno.
Los dermatólogos explican que se trata de un tipo de alopecia que no es cicatrizal, o sea, que tiene remedio y puede volver a crecer el cabello.
Brenda Tello, dermatóloga pediatra del Hospital Ángeles en Puebla, México, indicó a Milenio que es un tipo de alopecia que se ve recurrentemente en consulta y es una de las manifestaciones que más se han visto en pacientes que han tenido coronavirus.
“Es una caída de pelo un poco abrupta. Eso empieza uno dos o cuatro meses después de tener el diagnóstico y puede ser algo aparatoso, pero afortunadamente es pelo que ya estaba destinado a perderse, pero que por esa situación de estrés, es digamos, desencadenante, pues se pierde de jalón”, indicó la dermatóloga.
Guillermo Guerrero, dermatólogo de la clínica Skingroup, explicó que esta caída aumentada no significa que nos vamos a quedar sin cabello, sino que dentro de las fases de crecimiento de cabello, muchos cabellos entran en fase de caída, todos al mismo tiempo.
“Se puede recuperar, hay tratamiento para recuperarlo rápido, como no se trata de un padecimiento en el que el cabello se pierde de manera definitiva, sino que se está acelerando o se están pasando muchos cabellos en fase de caída, el folículo descansa un tiempo y después empieza otra vez el crecimiento”, comentó el dermatólogo.
El médico indicó que después de esta caída de cabello empieza otra vez el crecimiento del cabello, pero con un buen diagnóstico se puede limitar el tiempo de descanso y se puede prolongar la fase de crecimiento con medicamentos.
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