Yuriel ha incluido dentro sus objetos favoritos, las estampitas de santos, un rosario, y un anda para procesión. El niño viste y habla como si fuese un experto en celebraciones litúrgicas. Justamente esta capacidad dentro de su inocencia es le ha permitido que entre sus vecinos sea conocido como el sacerdote más joven de todo Costa Rica, aunque no fue ordenado.