Juan Román Riquelme lidera una idea que en Boca Juniors viene tomando cada vez más forma y la preparación de sus ligas menores no es solo física, sino, también mental y emocional.
Jugar en la Bombonera no será fácil para ningún jugador, incluidos los locales, según reportes infinitos de jugadores, prensa, aficionados, el estadio en Buenos Aires vibra como ningún otro.
El sismo del aficionado se siente no solo en las gradas, también en la cancha y cuál fue la solución para acostumbrar a los jóvenes a este tipo de ambiente, pues comprar unas compactadoras para que hagan vibrar la cancha de entrenamiento.
Con esto, el Predio de Boca vibra al igual que lo hace la Bombonera y así sus jugadores irán más acostumbrados a ese inusual sismo futbolero que solo se vive en Argentina.