Dentro de nuestras montañas, a más de nueve horas de camino, se encuentra el Valle Escondido, un pueblo aborigen que sobrevive en condiciones extremas.
En este lugar los víveres y servicios básicos dependen del esfuerzo humano porque no hay caballos para transportarlos.
Aunque su historia y cultura son impresionantes, su acceso complicado dificulta la ayuda externa, lo que provoca que las necesidades urgentes, como una ambulancia funcional.
Los pobladores piden ayuda para poder mejorar el acceso a alimentos y atención de salud.