Según un estudio, el 51% de las dosis que ya están reservadas irán a parar a países ricos, lo que equivale al 14% de la población del planeta.
Argentina, Chile, México, Sudáfrica, Turquía y Estados Unidos, son algunos de los países que ya comenzaron el proceso de vacunación contra el coronavirus. La Unión Europea dio su autorización para que la próxima semana comience la aplicación de la primera de las dos dosis.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista académica The BMJ, señala que casi un cuarto de la población mundial no tendrá acceso a la vacuna al menos hasta 2022.
La investigación, realizada por la Universidad Johns Hopkins, Maryland, Estados Unidos, analizó las reservas de vacunas que los países han realizado incluso antes de que ser aprobadas por los organismos oficiales de Europa y EE.UU.
El estudio señala que si las farmacéuticas alcanzan su capacidad máxima de producción, una quinta parte de las personas del planeta no tendrán garantizado el acceso a estas vacunas hasta dos años después de la declaración de pandemia.
Se estima que ya hay reservadas un total de 7.480 millones de dosis a 13 fabricantes. El 51% de estas vacunas irán a parar a países ricos, lo que equivale al 14% de la población mundial, mientras que el otro 49% de las vacunas deberá repartirse entre el 85% restante.
“Si queremos garantizar una asignación equitativa de estas vacunas, los responsables políticos y el público necesitan mucha más transparencia y responsabilidad sobre estos acuerdos”, señaló Anthony So, del Departamento de Sanidad Internacional de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins Bloomberg.
So agrega que esta transparencia también es necesaria para los fabricantes, “los constes de investigación y desarrollo, la financiación por parte del sector público y los acuerdos de precios”, dice a la agencia Sinc.
El programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el principal esquema mundial para vacunar a personas en países de ingresos medios y pobres. La meta es entregar por lo menos 2.000 millones de dosis para fines del 2021 y así cubrir al 20% de la población más vulnerables.
Sin embargo, esa meta es difícil de cumplir, ya que no se tiene en cuenta posibles errores humanos en el transporte y la logística para distribuir la gran cantidad de dosis que se requiere.
Foto: Shutterstock