Es en protesta por las restricciones que mantienen cerrado el sector cultural desde mediados de diciembre
Un centenar de teatros, museos y galerías en los Países Bajos, incluido el Museo Van Gogh, abrieron ilegalmente el miércoles. Debieron convertirse en gimnasios, salones de belleza y peluquerías temporales para adecuarse a las restricciones vigentes.
El actor Diederik Ebbinge y la comediante Sanne Wallis de Vries organizaron la acción masiva. Fue después de que el gobierno reconociera el “derecho a manifestarse” de bares que abrieron en protesta por las restricciones.
Las últimas medidas fueron muy criticadas y hasta calificadas de “inconsistentes”. Y con razón: el gobierno permitió tiendas, peluquerías y salones de masajes pero no bares, restaurantes o el sector cultural. Museos, salas de conciertos y galerías como el Concertgebouw de Ámsterdam protestan porque las instituciones culturales lo han acatado estrictamente.
‘Unequal’
El Concertgebouw es una de las organizaciones más prestigiosas que se suma a la protesta. Ofrece a 50 espectadores la oportunidad de escuchar un ensayo de la Segunda sinfonía de Charles Ives presentando un QR. Es en protesta por lo que considera “un trato desigual del sector cultural desde el comienzo de la pandemia”.
Su presidente ejecutivo, Dominik Winterling, pidió al gobierno holandés que reconsidere y reabra las instituciones culturales, notificándolos adecuadamente. “Nuestro objetivo es enriquecer la vida del público con el poder de la música sinfónica, especialmente en estos tiempos difíciles en los que todos necesitan inspiración”, dijo en un comunicado. “Demostramos que podemos garantizar una visita segura a los conciertos y que los asientos asignados no son fuente de infección”.
Cinco minutos
El teatro De Kleine Komedie de Ámsterdam decidió contratar peluqueros. escenario y convertirse en una ‘sala de espera’ con actos cómicos. Las entradas se agotaron el martes en cinco minutos. “Algunos museos se han unido, así que el miércoles puedes hacer todo tipo de deportes en los museos, ¿qué tan bueno es eso? Habrá peluqueros en el escenario, y los artistas y músicos podrán volver a los teatros”, comentan desde el teatro.
Mientras tanto, el Museo Van Gogh ofrece cortes de cabello y manicura, incluido arte de uñas inspirado en el pintor. A raíz de estas palabras del artista: “la esperanza de tiempos mejores no debería ser solo un sentimiento, sino hacer algo en el presente”, el museo lanzó una protesta “divertida”. El público también puede optar por un corte de barba o una manicura sencilla rodeado, por supuesto, del arte.
Más de 60 teatros se están transformando en peluquería, y cerca de 20 museos se convertirán en un gimnasio temporal. Varios alcaldes locales anunciaron que no intervendrían en el caso de que los bares abrieran como protesta. Por su parte, la alcaldesa de Ámsterdam aseguró que haría cumplir las verificaciones de todos los cafés y restaurantes abiertos.