El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado controversia con recientes comentarios en los que sugiere que durante su próximo mandato podría exigir que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos.
En publicaciones realizadas en su plataforma Truth Social, Trump criticó duramente el acuerdo de cesión del canal, calificándolo como una “completa estafa” que ha perjudicado tanto a la Marina estadounidense como a las empresas del país.
En su primer mensaje, el republicano resaltó la importancia estratégica del Canal de Panamá, afirmando que es “vital” para la economía y la seguridad de Estados Unidos. Trump acusó al expresidente Jimmy Carter de haber manejado de forma inapropiada la entrega del canal, que se formalizó mediante los Tratados Torrijos-Carter en 1977.
Dichos tratados establecieron que Panamá asumiría el control del canal a partir del 31 de diciembre de 1999, lo que, según Trump, ha tenido consecuencias negativas para los intereses estadounidenses.
“Desde entonces, la Marina de los Estados Unidos y nuestras empresas han sido tratadas de manera injusta e imprudente, con tarifas exorbitantes que se les imponen“, escribió Trump.
En su segundo mensaje, el presidente electo fue aún más tajante, advirtiendo que si los principios morales y legales detrás de la cesión del canal no son respetados, su administración procederá a “demandar que el Canal de Panamá nos sea devuelto, por completo y sin ninguna pregunta“.
Trump también instó a las autoridades panameñas a actuar con responsabilidad, dirigiéndose directamente a los funcionarios del país: “¡Sean guiados en consecuencia!”
Estas declaraciones se producen a menos de un mes de que Trump asuma nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, tras haber gobernado el país entre 2017 y 2021. Aunque el tema del Canal de Panamá ha sido una cuestión históricamente sensible, la postura del mandatario electo promete reavivar el debate sobre la soberanía y el control de esta importante vía de navegación internacional.
A pesar de la polémica que rodea sus comentarios, muchos observadores coinciden en que este tipo de afirmaciones podrían formar parte de la estrategia de Trump para reafirmar su imagen de líder firme y protector de los intereses estadounidenses, especialmente ante la creciente competencia global en el ámbito comercial y estratégico.