Un grupo de trabajadores sanitarios de la ciudad de Shanghái, China, se llevaron el susto de sus vidas.
Al darse cuenta que al parecer uno de los cuerpos que metieron en una bolsa estaba aún con vida, según medios internacionales.
Algunas personas arremetieron contra los agentes sanitarios y les indicaron que el supuesto fallecido, que estaban metiendo a la bolsa, estaba vivo.
Los trabajadores intentaron abrir el zipper para verificar, sin saber qué protocolo seguir tras el descubrimiento.
El Gobierno de China, inició la investigación contra el director de la Oficina de Asuntos Civiles del distrito donde ocurrió el incidente.
Las autoridades pertinentes retiraron la licencia de profesional a uno de los médicos involucrados, por no constatar la defunción del anciano.