Tras la aplicación de medidas cautelares como el control de arraigo y la prohibición de uso de armas de fuego a los dos sospechosos que amenazaron a agentes encubiertos del OIJ, no se hizo esperar la ola de críticas por parte de la opinión pública. Muchas voces cuestionan que el Poder Judicial haya sido muy laxo con su decisión pese a la contundencia de los videos donde los presuntos delincuentes portan armamento de guerra.