Su actuar luego del asesinato de Julieta Fernández lo delata, un hombre impulsivo, que no mide y que parece no importarle las acciones que lo delatan.
Por eso es que al día siguiente de la desaparición de doña Julieta se presentó en el carro de ella y afirmó habérselo comprado. Incluso quiso utilizar la tarjeta la víctima mortal para comprar en comercios.
Según conoció la Policía Judicial, en su momento a Martínez lo habrían tratado por problemas depresivos y también se le conocía por problemas de violencia incluso antes con sus parejas.
“Muy negativo, una persona que se ve muy agresiva, prepotente y como machista”, comentó una vecina de la Zona de los Santos.
Afirma haberlo visto con un arma de fuego entre la pretina del pantalón.
El cuerpo de doña Julieta Fernández se descubrió el viernes en una fosa que habría acabado el mismo sospechoso en la localidad del Jardín de Cedral, donde cuidaba una cabaña. Allí ubicaron el cadaver, a una profundidad de metro y medio.
Cuando se dio el allanamiento llevaron al sospechoso y siempre mostró una actitud de burla ante lo que sucedió. Lo habían detenido la noche anterior en Pérez Zeledón, después de abandonar el carro de Julieta en la localidad de Dominical.
Se conoció que afirmó a los policías que él no actuó solo, sino que pagó para matar a Fernández. La versión está casi descartada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Contra el hombre dictaron un año de prisión preventiva que descuenta ahora a la espera de una proceso que lo llevará a una condena alta por el homicidio calificado y además el delito de robo de vehículo y las tarjetas de la mujer de 67 años.