Los príncipes William y Harry dejaron atrás sus diferencias este jueves para inaugurar juntos una estatua en honor a su madre, Diana de Gales, quien hoy cumpliría 60 años. El acto tuvo lugar en los Jardines Hundidos del Palacio de Kensington, en Londres.
La estatua de bronce, encargada a Rank-Broadley, representa a Lady Di en tamaño real junto a tres niños, lo que simboliza “la universalidad y el impacto generacional del trabajo de la princesa”, informó el palacio de Kensington mediante un comunicado.
La princesa, que murió el 31 de agosto de 1997 en París, está representada con un vestido basado en los que lució en sus últimos años de vida, cuando “ganó confianza en su papel de embajadora de causas humanitarias”.
Si el primer foco de la curiosidad era la estatua en sí misma, el segundo —y quizá el más esperado— era el reencuentro de los dos hermanos, que no habían vuelto a coincidir desde el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo, el pasado 17 de abril.
Cada vez que los hijos de Lady Di se ven las caras se desatan las especulaciones sobre el posible inicio de una reconciliación. Algunos comentaristas quisieron verla en el paseo conjunto que realizaron a la salida de la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. Poco después, el historiador de la familia y autor del libro “Battle of Brothers” (Batalla entre hermanos), Robert Lacey, aseguró en el Daily Mail, citando testigos del encuentro, que la reunión acabó con una nueva discusión acalorada.
En esta ocasión, ambos acudieron solos. No estuvieron acompañados por sus esposas, Kate Middleton y Meghan Markle, y tampoco participó la reina Isabel ni el padre de ambos, Carlos de Inglaterra. Ha sido prácticamente un acto de la familia Spencer, publica El País.
Estuvieron los hermanos de Lady Di, Charles Spencer, Sarah McCorquodale y Jane Fellowes; el escultor, Rank-Broadley, y el paisajista responsable del rediseño del jardín favorito de Diana cuando vivía en Kensington, Pip Morrison. 200 rosas de cinco variedades, 100 nomeolvides, 300 tulipanes y 500 plantas de lavanda, entre otras especies, para crear un nuevo espacio que será accesible al público a partir de este viernes.
Como anticiparon los expertos, William y Harry han exhibido durante el acto, que no se ha retransmitido en directo, una “profesionalidad” estudiada para evitar cualquier gesto que pudiera ser malinterpretado.
Foto: Captura de video.