La violencia machista ha dejado una estela de muerte este 2024, con los femicidios de Kimberly Araya, Nadia Peraza, Emilce Soto y Marisol Rodríguez.
En los cuatro casos el comportamiento previo al crimen de los hoy sospechosos tenían características poco comunes, se trata de hombres que la agredían de forma física y psicológica, trataban de ejercer un control sobre la voluntad de las mujeres y presentaban celos enfermizos.
Algunas de las similitudes son controlar sus amistades, vestimenta, tiempo libre, aislamiento social, restricción de sus relaciones sociales, violencia física y amenazas constantes, comportamiento controlador y posesivo.
Por ejemplo el sospechoso de matar a Kimberly, dijo abiertamente sus intensiones antes del crimen.
“Si me doy cuenta de que Kimberly se va con otro hombre la mato, ya hablé con mi hermana para que se encargue de los chiquitos“, decía parte de una conversación que se extrajo del informe de investigación del caso.
El sospechoso del cruel asesinato de Nadia Peraza incluso tenía un expediente abierto de violencia doméstica, pues aparentemente la mantenía presa en vivienda.
“Cuando intentó abrir la puerta a fin de salir del cuarto, ya que la puerta fue enllavada por el aquí denunciado, doña Nadia recibió un golpe en su boca por parte de don Jeremy“, según el extracto del informe de investigación.
En el caso de Emilce Soto, el sujeto contaba con antecedentes por atentar con otras mujeres.
Para el caso de Marisol, amigas y clientas de la estilista, aseguran que la vida de la mujer se amargó desde que conoció al sujeto que permanece detenido por el femicidio.
Expertos insisten que si hay mujeres que pasan esta situación, no duden en denunciar, ya que podrían salir de este círculo vicioso y conservar su vida.