¿Sabe cómo llega el Internet a Costa Rica? Dentro del mar está la respuesta
Gigantesca red de más de 500 cables submarinos permite que nos conectemos por Internet con todo el mundo
Por: Gabriel Pacheco Vega
Al día siguiente de que Costa Rica se conectó a Internet, Guy de Téramond envió un correo electrónico a personas allegadas al proyecto ubicadas en otros países para comunicarles la gran noticia. Aquel correo viajó por satélite hasta la Florida, a una velocidad de 64 kbps, velocidad 343 veces menor de la que usted puede tener hoy en su celular. Esto da una idea de cuánto hemos avanzado en estas tres décadas de conexión con el mundo.
En 1993, el satélite era el protagonista. Hoy, 30 años después, el Internet llega al mundo mediante de enormes redes de cables submarinos. A través de estas estructuras viajan millones de datos de un lado al otro, como una enorme autopista de transporte mundial de información.

El cable “SeaMeWe-3” es el más largo del mundo. Mide 39 mil kilómetros y conecta 33 países. Foto: Submarine Cable Map
En 2020, durante el Foro de Operadores de Redes de Latinoamérica y Caribe, se dio a conocer que el 99% del mundo está conectado a internet por cables submarinos de fibra óptica. Y nuestro país, desde el año 2000, recibe en sus costas a estas estructuras.



Proceso de instalación del cable Maya 1 en Limón. Fotos: ICE
Si usted camina por las playas de Limón, bajo sus pies podrían pasar algunos de estos tres cables: Maya, Arcos o AMX-1. Y si nada en las aguas de Parrita, estará sobre el cable Pan American Crossing.
Hace dos meses, la empresa Claro inauguró el cuarto cable de este tipo que llega al país. La conexión viene desde San Andrés. Un buque especial desenrolló los carretes de cable y unos drones submarinos bajaron hasta la superficie del mar para guiarlo y enterrarlo.
“Tenemos 12 puntos de anclaje en todo el continente. Traer el cable por mar nos da muchas ventajas respecto a hacerlo por tierra, donde las fibras ópticas se cortan, los carros se estrellan contra los postes o se roban los cables” asegura Pablo Cedeño, subgerente de ingeniería de Claro.
A 500 metros de la costa, los buzos bajaron para enterrar el cable manualmente y traerlo hasta tierra firme. El cable está enterrado 6 metros bajo la arena en playa Westfalia y la Estación Terrena, lugar donde el cable se conecta con la red de fibra óptica en tierra, está a unos 150 metros de la playa.




Proceso de instalación del cable AMX-1 en Limón. Proyecto incluyó reforestación de playa. Fotos: Claro
“Cuando un cable se daña, los equipos de gestión nos alertan. Un barco especial viaja hasta el lugar exacto y enviamos un robot que saca el cable hasta el barco. Ahí lo reparamos y lo volvemos a enterrar” dijo Cedeño.
El ingeniero asegura que esta obra prepara al país para recibir los avances tecnológicos futuros, porque supera en 6 veces la capacidad de datos que podían viajar por los otros 3 cables existentes.
Seth Artavia, vocero de Claro, asegura que esta es una tecnología de vanguardia y de nivel internacional al tiempo que representa un activo para todos los costarricenses. “Nos sentimos orgullosos de darle siempre a Costa Rica más”, expresó Artavia.
AMX – 1 tiene una vida útil de 25 años y cualquier operador de telecomunicaciones o empresa que necesite conectarse a él desde el país podrá hacerlo.
CADA VEZ MÁS TICOS USAN INTERNET: PANORAMA PLANTEA GRANDES RETOS
Pablo Cedeño destacó que la instalación de este cable es la respuesta a una creciente demanda de internet por parte de los costarricenses. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos la cantidad de personas conectadas a internet en el país pasó de un 53% a un 80%.
Pero no todos se conectan a internet en las mismas condiciones.
“Para mí fue muy triste una vez que fuimos a una escuela en Limón y había gente que llegaba en bicicleta a la orilla de la escuela y yo les pregunté: ¿a qué vienen? Y me dicen: es que la escuela tiene internet” dijo Gilbert Camacho, presidente del Consejo del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), durante un conversatorio organizado por la UCR el pasado miércoles.
La experiencia compartida por Camacho refleja la necesidad de mejorar la infraestructura para llevar la internet a todo el país. Según el viceministro de Ciencia y Tecnología, Orlando Vega, compartir infraestructura, como cables y postes, permitiría optimizar los recursos y mejorar el alcance de la red.
“Desde la política pública se tiene la meta de 100 subsidios de internet fijo para hogares en situación de vulnerabilidad y que tengan hijos en la educación pública”, puntualizó Vega.
La infraestructura es uno de los factores que afecta la velocidad de internet. Costa Rica tiene una de las velocidades promedio de internet más bajas entre los países de la OCDE, según el ranking “Speed League” elaborado a partir de mil millones de pruebas de velocidad de internet hechas en el mundo.
“Hay un rezago respecto a las últimas tecnologías y servicios modernos que deberíamos tener. La inclusión digital está bastante atrasada. Hay partes del país que no tienen los servicios de internet como deberían. Por ejemplo, los nómadas digitales no pueden conectarse a las velocidades de primer mundo” analiza Abel Brenes, ingeniero informático de la UCR y partícipe del equipo que conectó al país a internet en 1993.
La Red del Bicentenario tiene por meta conectar a las escuelas y colegios públicos del país a una red de banda ancha de alta velocidad, pero a la fecha solo el 16% de las instituciones se ha logrado conectar.
Brenes plantea además otros retos que enfrenta el internet; entre ellos: democratizar la conectividad, acceso a redes simétricas de al menos 300 Mbps a bajo precio y colocar al ser humano como eje central de cualquier construcción digital.
“Vemos cómo Internet en Costa Rica, 30 años después, sigue vibrante y lleno de oportunidades de crecimiento y desarrollo nacional” enfatizó Brenes.