Las autoridades sanitarias rusas elevaron este martes 8 de diciembre a 56 días el plazo en que los interesados en vacunarse contra la COVID-19 deben abstenerse de consumir alcohol, comunicó la jefa de la oficina nacional de protección al consumidor (Rospotrebnadzor), Ana Popova.
“Dos semanas antes de la inmunidad con absoluta seguridad hay que dejar de consumir (alcohol). La formación de la inmunidad son 21 días entre las dos inyecciones y otros 21 después”, para un total de 56 días, dijo Popova a la emisora de radio Komsomólskaya Pravda.
Popova subrayó que los que se vacunen deben cuidar su organismo con especial esmero durante ese periodo de tiempo si desean reforzar su sistema inmunológico ante el virus.
“Si queremos que haya salud y autodefensa (inmune), hay que dejar que el organismo la forme. Por eso, ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso”, afirmó, sobre el consumo de vodka y otras bebidas alcohólicas.
En caso de efectos adversos debido a la forzosa abstinencia, Popova recomendó que recurran al médico los afectados que sufran alguna clase de “molestia”.
En lo referente a la celebración de eventos, la jefa de Rospotrebnadzor aclaró que “no hay prohibición total a celebrar algo”, al agregar que no ve razón para introducirla.
El pasado 4 de diciembre la viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, llamó a los interesados en recibir la vacuna SputnikV a restringir el consumo de bebidas alcohólicas durante 42 días.
La prensa informó de que muchos rusos reaccionaron negativamente en las redes sociales a la abstinencia sobre todo cuando se avecinan las vacaciones de Año Nuevo, que este año se extienden del 1 al 10 de enero, aunque la vacunación será gratuita y voluntaria.
Popova adelantó también que el país está preparado para la vacunación masiva ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, en un país con más de 2,5 millones de positivos y 44.159 muertos por coronavirus.
Igualmente, Popova expresó que la situación de la enfermedad COVID-19 en las regiones de Karelia, Komi y Arjánguelsk, en el norte de Rusia, es difícil.
“Tenemos una situación difícil en territorios septentrionales, se trata de la región de Arjánguelsk (…), la república de Komi, y la república de Karelia donde la situación es la más complicada”, señaló a la emisora de radio.
Con información de EFE y Sputnik