Hay un dicho en el fútbol que dice "quien perdona lo acaba pagando". Eso mismo le ocurrió a Suiza en los primeros 45 minutos. Dominaron la pelota desde el arranque y dispusieron de dos ocasiones clarísimas que acabó desaprovechando un errático Seferovic en el mano a mano ante Tatarusanu. Poco después, el árbitro cobró un penal por agarrón en el área suiza que transformó Stancu para aestablecer el 1-0. Posteriormente, pudieron aumentar la ventaja pero el disparo de Sapuranu se estrelló en el palo. Rumanía se marchó al descanso con ventaja en el marcador. La defensa rumana estuvo impecable en la marca de los mediapuntas suizos, principales catalizadores del juego: Shaquiri, Dzemaili y Mehmedi.
Suiza empató en los primeros minutos del segundo acto, gracias a un violento disparo de Mehmedi en un saque de esquina. A partir de ahí, Rumanía se replegó atrás y entregó todo el dominio del balón a los helvéticos, bien comandados por Mehmedi. Seferovic salió por Embolo, quien se ubicó en la punta del ataque con la misma suerte que su predecesor. El joven del Basilea salió con muchas ganas pero estuvo demasiado individualista cuando recibió la pelota. Al final, apenas se contabilizaron ocasiones y ambos equipos se dieron por satisfechos con el empate.
Justo empate entre Suiza y Rumanía que se jugarán su clasificación en la última jornada. Rumanía, a priori, lo tiene más fácil al enfrentarse a Albania, mientras que los helvéticos se cruzaran con los anfitriones. Suiza deberá mejorar mucho en la faceta ofensiva, pues les cuesta un mundo ver puerta.