El imponente roble centenario de más de 40 metros, conocido como “el abuelo,” se encuentra en la finca de Jaboncillo, propiedad de Erick Granados.
Este roble, que ha estado presente desde antes de la llegada del abuelo de Erick en los años 60, fue protegido por Leonel Granados para evitar su tala.
Los robles son de lento crecimiento, por lo que llegar a esa altura ha tomado muchísimos años, y este “guardián del bosque” es un testimonio vivo del paso del tiempo.