El elevado costo de los materiales de construcción y de la tierra está llevando a un número creciente de familias costarricenses a buscar apoyo en el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANVHI). Para muchas de ellas, construir o remodelar una vivienda por sus propios medios se ha vuelto inalcanzable.
A pesar de las esperanzas que depositan en el sistema, no todas las familias logran acceder a los beneficios. Algunos ciudadanos expresan frustración: “Fui al BANVHI buscando ayuda, pero no me han resuelto nada. Ni siquiera sé a quiénes otorgan esas ayudas, porque parece que a los más necesitados no”, comentó una persona consultada.
Según cifras del BANVHI, hasta noviembre de 2024 se otorgaron 8.200 bonos de vivienda, distribuidos de la siguiente manera:
- 2.300 bonos para familias en pobreza extrema.
- 2.600 bonos para familias en situación de pobreza.
- 3.300 bonos para familias de clase media con ingresos menores a ₡1.163.000 colones mensuales.
El 63% de los bonos fueron otorgados a familias que ya contaban con un lote propio, mientras que un 23% se destinó a aquellas que necesitaban tanto un lote como la construcción. Solo un 6% de los beneficios se utilizaron para construir en viviendas existentes y un 2% para proyectos como segundas plantas.
Cada vez más personas de clase media recurren a estas ayudas para adquirir o mejorar su vivienda. Este fenómeno está vinculado directamente con el aumento en los costos de construcción, lo que afecta tanto a familias con terrenos propios como a quienes deben adquirir un lote.
Esta semana, las entidades autorizadas por el BANVHI reiniciaron la recepción de solicitudes para optar por un bono de vivienda.
La proyección para este año es otorgar 10.300 beneficios, con una inversión estimada de ₡130 mil millones de colones.