Redaccióm
repretel.com
Algunos presidentes de América Latina se vieron fortalecidos al comienzo de la pandemia del nuevo coronavirus entre marzo y abril, principalmente quienes dispusieron medidas restrictivas. Mientras que otros fueron duramente criticados por su inacción ante el avance del virus, situación que se vio reflejada en sus cifras de desaprobación.
Según un estudio de la organización independiente Directorio Legislativo, con sede en Buenos Aires y Washington, el mandatario de Ecuador, Lenín Moreno, cuenta con 90% de rechazo y Sebastián Piñera, máxima autoridad de Chile, con el 70%.
Por otra parte, el 84% de venezolanos reprueba las acciones del presidente Nicolás Maduro y el 81% pide que ya deje el poder, de acuerdo a una encuesta llevada a cabo el fin semana por la firma internacional Consulta Mitofsky.
Los líderes de Ecuador, Venezuela y Chile son los que tienen mayor desaprobación. En el caso de Piñera, esta se asociaría más a factores políticos que a las consecuencias de la pandemia. La crítica a Maduro se debe a la crisis económica, social y política que atraviesa el país. En tanto, los números de Moreno corresponden a los efectos de la COVID-19, que se sumaron a una muy deteriorada situación económica.
El informe muestra que algunos jefes de Estado se vieron fortalecidos al inicio de la crisis sanitaria, especialmente quienes establecieron medidas preventivas como Iván Duque, en Colombia; Martín Vizcarra, en Perú; y Alberto Fernández, en Argentina.
“En un escenario de incertidumbre y altamente cambiante, las encuestas favorecieron a los gobiernos que asumieron posturas más activas en términos de medidas de prevención. Por ejemplo, los de Colombia, Perú y Argentina. En algunos casos eso, a su vez, contribuyó a mitigar en forma temporal las tensiones con la oposición local u otros liderazgos”, explica Felicitas Torrecilla, coordinadora de Investigación de Directorio Legislativo, a La Tercera.
Mientras los líderes de estas últimas naciones —a excepción de Vizcarra, quien fue destituido tras un golpe de Estado el lunes 9 de noviembre— reducen el respaldo del pueblo, los mandatarios de México y Brasil parecen ir fortaleciéndose.
Esto resulta interesante, ya que ni Andrés Manuel López Obrador o Jair Bolsonaro tomaron medidas muy fuertes para controlar la propagación de la COVID-19. Ambos perdieron apoyo al inicio de la pandemia, pero empezaron a recuperarse en los últimos meses. De hecho, según muestra la investigación, el sudamericano es el único presidente que, en los últimos dos meses, alcanzó su pico de popularidad en lo que va del año (43%).
“Nuestra observación general es que la valoración no está tan relacionada a los resultados obtenidos en términos sanitarios, sino más bien al impacto socioeconómico de las medidas tomadas para lograrlos (cuarentena, suspensión de actividades económicas, etc.)”, señala Torrecilla.
Por otra parte, el desempeño del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, en la lucha contra el coronavirus resultó en el 76% de aprobación, según una encuesta realizada por la consultora Trespuntozero y publicada por la agencia de noticias Reuters.
Finalmente, están las naciones con las mejores cifras como El Salvador, República Dominicana y Uruguay, todas ellas entre su primer año o sus primeros meses de mandato.
Los niveles de aprobación de los gobiernos de América Latina regresan gradualmente al que tenían antes de la irrupción de la pandemia y a medida que se reactivan los conflictos previos, como las protestas sociales en Colombia, los debates sobre el poder judicial en Argentina, la sensible situación fiscal en Costa Rica y la complicada relación entre el Legislativo y Ejecutivo en Perú.