Casi un millón de colones en ganancia, ese fue el monto en efectivo que la Policía Penitenciaria encontró en la cárcel de Limón.
El Ministro de Justicia giró la orden de cerrar estas especies de pulperías que operaban, al margen de la ley, en los centros penales de nuestro país.
Pasta de dientes, productos para el peinado y hasta repostería se vendían en los conocidos comisariatos, dejando ganancias millonarias para algunos presos que las controlaban. una práctica que fue recurrente por años.
De la mano con el cierre de las pulperías ilegales, trascendió la amenaza de muerte a quien dio parte a las autoridades del ilegal negocio.
Pero, otro lado, el Juzgado de Ejecución de la Pena de Limón considera que cerrar los comisariatos es violatorio para los reos.
Queda nada más esperar si el cierre será recurrido por algún preso y cuál será la resolución del juez de ejecución de la pena.