Los productores de Tierra Blanca, en Cartago, están perdiendo sus casas y fincas, mientras sufren cuadros de estrés. Su preocupación se debe a que más de 3 millones de kilos de cebollas ha comenzado a pudrirse en las bodegas ante la falta de mercados para venderla, causada por la saturación de la cebolla peruana. Ante esta situación, los agricultores proponen que se les facilite la exportación de cebolla hacia Panamá, un mercado que normalmente compra este producto a Holanda.