Los consumidores costarricenses se enfrentan a precios elevados de hasta 5.000 colones por kilo de tomate y brócoli, una situación que tiene su origen en las severas condiciones climáticas que han afectado a los agricultores en la región norte de Cartago.
En una visita a la zona de Cartago, los productores reportaron pérdidas millonarias en cultivos esenciales como cebolla, papa, tomate y brócoli, debido a los efectos combinados del viento, las lluvias intensas y las bajas temperaturas.
Estos factores han provocado la podredumbre de los cultivos, quemaduras en las plantas y la aparición de hongos, disminuyendo drásticamente la producción.
Las pérdidas promedio por finca ascienden a 25 millones de colones, señalaron los agricultores. En el caso del brócoli, algunas productoras han reportado la pérdida de hasta 50.000 unidades, lo que equivale a una pérdida económica de 12 millones de colones por finca.
Incluso, un agricultor de Cervantes de Alvarado perdió 20 millones de colones en tomate, por el impacto de las lluvias, el frio y el viento.
Los agricultores justifican el aumento de los precios en los mercados debido a la disminución de la oferta, mientras intentan recuperarse del impacto financiero que esta temporada de lluvias ha generado.