La Policía alemana que investiga la desaparición y posible muerte de Madeleine McCann recibió nuevas pruebas que podrían comprometer aún más al principal sospechoso del caso de la niña británica secuestrada de un hotel de Praia da Luz, Portugal, en la noche del 3 de mayo de 2007, mientras sus padres comían con amigos en un restaurante cercano al lugar. Los detectives que realizan las pericias en torno a Christian Brueckner se hicieron con fotografías “interesantes” que fueron aportadas por turistas británicos que estaban en el lugar al momento del rapto, de acuerdo al diario Mirror.
El fiscal en jefe que conduce la nueva línea investigativa, Hans Christian Wolters, reveló los nuevos detalles del caso y dijo: “Recibimos pistas de Inglaterra, incluidas las de turistas de vacaciones en Portugal durante aquel tiempo. Tenemos algunas fotos en las que podría haber algunas cosas interesantes en ellas. Estamos siguiendo pistas bastante buenas”.
Pero no todo son buenas noticias. Wolters teme, sin embargo, que la salida del Reino Unido pueda hacer más lento la transmisión de pruebas que conduzcan a un esclarecimiento del caso que ya cumple 13 años sin respuestas claras para la familia de la pequeña Maddie, quien estaba a punto de cumplir cuatro años cuando fue sustraída de su cuarto de hotel. “En la Unión Europea todo estaba unificado y había una asistencia legal uniforme entre los países europeos. Pero cuando el Reino Unido se vaya, Alemania tendría que hacer una solicitud formal, lo que significa que luego escribimos una carta muy formal y luego consultamos todo individualmente”, se lamentó el fiscal.
De acuerdo a los registros telefónicos, Bruecker -quien permanece detenido en una cárcel de Kiel, Alemania, por sus vínculos con las drogas- se encontraba en la zona en que Madeleine desapareció aquella noche. Incluso, el hombre de 43 años tiene una condena de siete años que fue apelada: se lo acusa de haber violado a una mujer en Praia da Luz dos años antes de la desaparición de Maddie.