Padres de familia de diversos centros educativos han manifestado su inconformidad ante la exigencia de adquirir el uniforme escolar exclusivamente en las instituciones.
El malestar que refieren los padres tiene que ver con adelantar un gasto, que muchos consideran innecesario.
Cabe indicar que es a partir del año 2026, que la obligatoriedad de un nuevo uniforme entrará en vigor, lo cual podría representar una carga económica aún mayor para las familias.