Redacción
Repretel.com
En ocasiones, los problemas de adultos acarrean consecuencias sobre los menores de edad, quienes son totalmente inocentes. Es lo que ocurrió con un niño de tres años en Inglaterra que fue víctima de un ataque con ácido por su propio padre con el fin que este lograra la custodia del menor. La evidencia fílmica de la cobarde acción puede encontrarse en YouTube.
El hecho ocurrió el pasado 21 de julio del año pasado en un supermercado de la ciudad de Worcester, en Londres, al promediar de las dos de la tarde. Hasta dicho establecimiento llegó el infante junto a su madre y su hermano para comprar un regalo para su cumpleaños. Sin embargo, ellos fueron seguidos por el padre del niño y expareja de la mujer, con quien tenía un juicio de patria potestad.
Según las investigaciones, el sujeto, cuya identidad se ha mantenido en reserva, llegó hasta el centro de abastos en compañía de otras cinco personas. El objetivo de todos era concretar un atentado con ácido sulfúrico al niño con el fin de desprestigiar a la madre y así ganar la batalla legal.
Como puede verse en las grabaciones del supermercado, un hombre vestido con polo de mangas largas, pantalón negro y con gafas negras, para intentar ocultar su rostro, esperó que el menor se encuentre lejos de la presencia de su madre para acercarse y haciendo el ademán que manipulaba el celular roceó el ácido sobre el niño cuando este pasó por su costado.
Tras esto, la víctima se acercó a su madre llorando aduciendo que sentía ardor en el rostro, partes de la cabeza y en sus brazos. La mujer llevó al niño a los policías, quienes le confirmaron que su hijo había sido sufrido un ataque con ácido.
La madre reveló a los medios que tras conocer la noticia se sintió “devastada” y estuvo por mucho tiempo encerrada en su casa tratando de asimilar el cobarde atentado contra su hijo, e incluso “no pudo dormir por varios días”.
Las investigaciones llegaron a concluir, con ayuda de las imágenes de videovigilancia, que el principal culpable era el padre del niño, un hombre que se desempeñaba como taxista y era originaria de Afganistán.
Esta semana, el juez Robert Juckes QC, del Tribunal de Worcester, condenó al padre a 16 años de prisión y los demás implicados a penas similares que van desde los 12 hasta los 14 años. Se trata de Adam Cech, Jan Dudi, Norbert Pulko, Jabar Paktia y Saied Hussini, informó la BBC.
La justicia pudo comprobar que Cech fue el autor material del ataque, aunque se intentó defender aduciendo que había sido obligado. En tanto, las otras tres personas fueron los encargados de distraer a la mamá mientras su cómplice se encargaba del niño. Los imputados confesaron que recibieron a cambio 3 000 euros.
El magistrado manifestó su conmoción e indignación por el ataque al que calificó de “monstruoso”, además que hizo un llamado de atención a los implicados por su falta de compasión para participar de un acto en agravio de un niño.
“Me sorprende pensar que la gente podría involucrarse en hacerle esto a un niño indefenso y me alegro de que hayan sido llevados ante la justicia y que sean castigados por lo que han hecho. Espero que nadie tenga que pasar por lo que estamos pasando”, dijo el juez.
A la vez que hizo una reflexión sobre cómo perjudicaban sus propios vidas al ser cómplices de un crimen cuando su historial delictivo siempre estuvo completamente vacío.
“Es una cosa increíble que en este caso nadie de ustedes, que la mayoría no tiene antecedentes de delitos, que tienen sus propias familias, en un momento no se pararan a pensar y se preguntaran a sí mismos y a los demás: ‘¿Qué estamos haciendo?’”, agregó Jucckes QC, recoge la BBC.
Luego de casi de casi ocho meses de sufrir el ataque, el menor sigue viviendo con su madre y aún continúa recuperándose de sus heridas.