Horacio Elizondo presentó su renuncia, sin embargo no quiso guardar silencio tras su despido y salió a decir las verdades del arbitraje nacional.
“Yo había presentado mi renuncia de manera indeclinable, hicimos muchas cosas dentro del arbitraje que no son del todo valoradas, el arbitraje tiene que tener otra cara, otra dignidad, han pasado cosas, como el armado de una comisión de árbitros sin que yo supiera, no tengo nada en contra de esa comisión, es muy difícil de digerir, es como si te estuvieran diciendo, ándate, esas cosas no me gustan”.
Elizondo señala que desde algunas ligas, la negación al cambio frenó mucho el plan que traía para el fútbol nacional.
“Voy a hablar de algo que deben saber muy bien, que tiene que ver con un cambio de estructura, yo vine a hacer un proyecto nuevo, pero hay una resistencia muy grande, de mucha gente que no quieren cambiar, los que quieren cambiar no tienen la voluntad del cambio, el cambio duele”.
“Este proyecto tiene un jaque mate por cuestiones que pasan dentro de la Federación, el proyecto nuevo tiene cambios y nadie quiere ceder, otras ligas que no son UNAFUT ni LIASE que tienen sus negocios por fuera”.
Una de las luchas fue que los árbitros formen parte de la federación, algo que algunos frentes se niegan, según destaca Elizondo, por intereses personales.
“Los árbitros con el marco que tienen hoy, no pertenecen a la Federación, ni a ninguna liga en específico, pero hay gente que tiene sus negocios”.
“La razón más importante es la inviabilidad de este proyecto”.
La colocación de una comisión de arbitraje sin consultarle, le molestó.
“No se si fue el detonante lo de la comisión, yo venía analizando esta decisión, yo me encariñé mucho con Costa Rica, me parece un país genial, no me hacen sentir como un extranjero y eso me encanta y me apasiona”.
Elizondo fue muy enfático, que hay personas que se niegan al cambio para una mejora del fútbol.
“Hay gente que se resiste al cambio y gente que tiene muchas décadas acá dentro y a las pruebas me remito de cómo está la federación hoy y las cosas que tienen que cambiar”.
Sobre el trato del presidente, fue claro y agradecido.
“Osael Maroto siempre tuvo un buen trato conmigo, siempre fue una persona muy buena”.
Según destacó, la costumbre es el peor de los problemas dentro del arbitraje nacional.
“Yo no hablo de tintes de corrupción, hablo de una situación que es que están acostumbrados a una cosa de una manera, y se empecinan a hacer las cosas de solo una manera, yo vine a hacer un cambio en el fútbol de Costa Rica, en ninguna parte del mundo los árbitros pertenecen a ninguna asociación, en todo lado pertenecen a la federación, estamos muy lejos de eso”.
No se guardó el criticar como algunas asociaciones forman a los arbitros.
“Hay asociaciones con muchos vacíos de formación, ves como uno pasa de femenino a segunda división y eso no lo veo en ninguna parte del mundo”.
Insistió mucho en sus declaraciones en la negación que existe al cambio, aunque señala que Osael Maroto lo intenta.
“El fútbol de acá está dormido, veo que Osael quiere hacer un cambio, pero el cambio es muy traumático”.
“Yo vengo acá a decir cómo se pueden hacer las cosas, pero esta gente no se deja ayudar, yo tengo un conflicto muy grande acá, había unos que me decían que pertenecían a una liga y que eran de ellos, y que yo no podía sacarlos, todo se basa en algo de mucha conveniencia, en un estatuto que está viejo pero que nadie se anima a cambiarlo, porque no hay un estatuto en una federación, después del FIFA Gate se han hecho estatutos más ágiles, sin tanta burocracia”.
“No puede haber ligas con árbitros propios”.
¿Afectó el problema con el permiso de trabajo?
“Mi decisión final también va con todo esto, desde octubre tenían mis papeles acá, con Migración me dijeron que las cosas eran lentas”.
Aprovechó para aclarar que pasó con su visita a Bolivia y el por qué usó la ropa oficial de Costa Rica.
“Lo de Bolivia, quería aclararlo, antes de firmar un contrato con Costa Rica, yo sabía que iba a darle una mano a Bolivia y que iba a trabajar de manera virtual y que iba a ir una semana, cuando llego acá me doy cuenta que tengo mucho trabajo y pospuse ese viaje y lo dejé para este año, me voy 5 días”.
“Me mataron acá porque me fui con la ropa de Costa Rica y yo pensé que se iban a sentir orgullosos porque quería representar a Costa Rica”.
Dejó frases finales como esta:
“Gané algunas batallas, perdí la más importante y por eso mi renuncia”.
Y por último ante la consulta de un colega sobre si Jorge Ruiz de Linafa era uno de esos que le dificultó trabajar, contestó.
“Empiezan a salir algunos nombres, si había gente que actuaba muy mal que no merecen que les dispense ni 10 segundos”.