Redacción
repretel.com
“Si consigues cinco dólares en la calle, es como si fuese oro”, dice una adolescente de 16 años a la agencia AP en un pequeño cuarto que alquila en la capital keniana con sus dos amigas.
Cuentan que fueron abusadas sexualmente y golpeadas cuando pidieron que les pagasen —apenas un dólares— para ayudar a sus familias en estos momentos en que los trabajos son escasos por la pandemia</.
Las adolescentes dicen que han preferido no pensar en el peligro de contraer coronavirus o el VIH cuando lo que cuenta es la supervivencia. Entre las tres pagan 20 dólares que cuesta el alquiler en un edificio en el que todos los cuartos los ocupan trabajadoras sexuales.
La UNICEF, resaltó con mucha preocupación que los esfuerzos de los últimos tiempos por erradicar el trabajo infantil corren peligro de ser anulados por la COVID-19 y por primera vez en 20 años podría registrarse un aumento en la cantidad de menores que trabajan.
La ONU advierte que millones de niños pueden verse obligados a realizar trabajos peligrosos, tras el cierre de las escuelas, porque esta situación agrava el problema.