La última película de Stanley Kubrick fue “Eyes wide shut”, cinta de 1999 que fue protagonizada por Nicole Kidman y Tom Cruise. Dos años después de terminado el rodaje, la pareja se divorció tras once años de matrimonio.
Desde entonces se ha especulado que la rudeza del rodaje, en la que ambos tenían que agredirse emocionalmente, fue la razón de su ruptura. A 20 años del estreno de la cinta, la actriz australiana rompió el silencio para terminar con los rumores.
“Entiendo que eso encaje con la narrativa que el público se ha creado viendo lo que ocurrió después, pero yo definitivamente no lo veo así. En aquel entonces Tom y yo estábamos felizmente casados”, ha asegurado Kidman a The New York Times.
Aunque Kubrick era conocido por su obsesión a la hora de filmar, donde incluso hacía repetir una y otra vez las escenas, la actriz se siente agradecida de haber tenido la posibilidad de trabajar con el director estadounidense.
“Trabajamos con el mejor director y aprendimos mucho sobre nuestras vidas. Disfrutábamos en el set de rodaje. ¿Por qué íbamos a querer que terminara? Sí, pensábamos que iban a ser tres meses de rodaje que luego se convirtieron en dos años. Pero al final sabías que mientras te entregaras a lo que te pedían ibas a pasar un tiempo increíble”, señaló.
Sobre el hecho de trabajar con Cruise, la actriz de 53 años acalla los rumores de que la relación estaba en crisis. “Cuando terminábamos de rodar esas escenas, alquilábamos un circuito de karts y nos íbamos a hacer carreras a las tres de la mañana. No sé qué más decir sobre esto. Quizás no tengo la capacidad de poder mirar atrás y analizarlos. O quizás es que no quiero hacerlo”, señaló.
“Stanley no fue un torturador. Era arduo porque le gustaba rodar mucho. Pero después yo me sentaba en el suelo de su oficina y hablaba con él y veíamos vídeos de animales juntos”, concluyó.
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