La actriz Megan Fox ha seguido el camino de otras afamadas mujeres que han confesado que, como las personas comunes y corrientes, también tiene padecimientos. De esta forma, ha optado por seguir la misma senda que, por ejemplo, Lady Gaga, Katy Perry o Selena Gomez.
La intérprete reveló que sufre dismorfia corporal y que eso ha incidido en que tiene “muchas inseguridades profundas”. Se confesó en la edición británica de GQ Style, en la que explicó que “podemos mirar a alguien y pensar: ‘Esa persona es tan hermosa, su vida debe ser muy fácil’. Lo más probable es que no se sienta así”.
La dismorfia es un trastorno de la salud mental “en el que no se puede dejar de pensar sobre uno o más defectos percibidos o imperfecciones en la apariencia, una imperfección que puede ser menor o que no es percibida por los demás. Pero puede sentirse avergonzada, apenada y tal ansiedad que puedes evitar varias situaciones sociales”.
No es la primera ocasión en la que Fox habla de ciertos problemas de salud mental que está sufriendo. En 2019, confesó en una entrevista con Entertainment Tonight cómo le afectó haberse sentido sexualizada durante años por los medios de comunicación y la industria del cine.
“Creo que tuve un colapso psicológico en el que no quería hacer nada. No quería que me vieran, no quería tener que hacerme una foto, caminar sobre una alfombra roja, no quería que me vieran en público por el miedo o la creencia a que se burlaran de mí”, dijo en esa ocasión.
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